La Constitución de la OMS afirma que, “el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano”. También la OMS en 1948, definió la salud como «un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades», hoy el término global para referirse a la salud, describe su aplicación en un proceso poblacional dinámico influido por determinantes comunes a lo largo de la geografía, superando las fronteras entre Estados.
Entre los determinantes para la salud descritos por Lalonde en 1974, destaca como el más influyente, “los estilos de vida”, es decir, los actos que cada persona lleva a cabo mantenidos en el tiempo, y podríamos añadir, para conseguir o mantener la felicidad; lo que no es un objetivo novedoso, pues ya Aristóteles en sus postulados establecía que el ser humano tiende a la Eudaimonía (la felicidad), dirigiendo sus actos, entre otras cosas, hacia el mantenimiento y la promoción de su salud.
La enfermería como disciplina, pretende capacitar a las personas para su autocuidado y por ello las enfermeras a través de la educación para la salud enseñan cómo hacerlo; es una más de las facetas del cuidado que contribuye a lograr más salud y más felicidad.
También, es una más de las funciones y responsabilidades ¡que no es poca!, de las enfermeras, y otra de las razones, de entre muchas, por las que a estos profesionales se les debe reconocer su influencia sobre la salud de las personas y por lo tanto elevar su nivel competencial en nuestro sistema nacional de salud.
Por lo tanto, hoy 12 de Mayo, celebremos nuestro día y seamos felices, una meta más de la promoción de la salud y de la Enfermería.